"Premio René Marqués 1986", primer premio del Certamen de Teatro que auspicia el Ateneo Puertorriqueño, comienza en el presente. El periodista visita la vieja casona para realizar un reportaje sobre el Hotel y sus antiguos propietarios, quienes han muerto cuando comienza la acción. Entonces el tiempo se disloca. En el pasado, ocurre un asesinato frente al Hotel Melancolía. Copo, la menor de los cuatro propietarios, llama a un detective, que conoce a través de los reportajes televisivos, para comunicarle que ella ha sido testigo del crimen. A lo largo de todo el primer acto, El detective descubre que todos los hermanos han sido testigos oculares del crimen. El primer acto termina con la llegada --en el pasado-- de El periodista que visita la casa para realizar un reportaje sobre el Hotel.
Comienza el segundo acto en el presente. EL fotógrafo y El periodista terminan sus tareas para el nuevo reportaje. Poco después surge nuevamente el pasado. La acción se traslada al día en que se tomaron las fotografías para el primer reportaje. Durante la escena El periodista revela sus verdaderas intenciones al visitar el Hotel. Luego entra EL detective para realizar su primer interrogatorio y El periodista se despide. Reunidos todos los hermanos, comienza el interrogatorio.
Al final de la pieza el presente y el pasado se unen. Gertrudis, El fotógrafo y El periodista —en el presente— revelan el nombre del verdadero asesino; mientras que en el pasado, los cuatro hermanos celebran el triunfo de la verdad y la sinceridad. Entonces la esperanza surge, desde el pasado, como solución ante un mundo que nos aniquila.
"La lección de convivencia y amor fraternal la dan paradójicamente, apunta Anadid Prieto (Revista Cupey, vol. IV, núm. 2), cuatro octagenarios que han llevado una vida larga y difícil. García del Toro retoma el concepto de desdoblamiento psicológico de Pirandello para presentar una visión cuadrangular de un personaje que es una persona real: la abuela del autor. Copo, Lita, Filo y Cofo pueden ser también nuestros abuelos. La abuelita que conoce todos los remedios pAra el reumatismo; el abuelo fiel al alcoholado, las ciruelas y la leche de magnesia; la abuela que se esconde detrás del abanico para ver mejor; lo que conoce la biografía real e imaginaria de los galanes de las telenovelas son retratos que coinciden con nuestra experiencia familiar."
Los protagonistas de esta historia fueron y son cuatro seres que "aman la vida y todo aquello que ella nos ofrece", que "supieron encontrar su verdadera identidad", que "aprendieron a tolerar a sus semejantes" porque descubrieron que "como seres humanos tenemos que reafirmarnos en aquello que da valor a la existencia." No fueron cuatro seres enajenados. Vivieron ocupándose a diario de todo lo que los rodeaba. Y, en el Hotel Melancolía, establecieron sus normas reconociendo que todos somos individuos que debemos formar una gran colectividad, ya que tenemos que sostener un mundo que parece hundirse.
En el texto de Antonio García del Toro, señala José Emilio González (Hotel Melancolía, Playor, 1989),"hay pasajes de indiscutible valor poético o lírico, sobre todo cuando habla cualquiera de los cuatro hermanos. En esos personajes el autor ha concentrado todo su amor a los valores de nuestra patria. Son seres profundamente humanos, que reflejan lo mejor que ha producido la historia de nuestro país.
Josie Pérez (Copo) e Iris Martínez (Filo) en una escena del
estreno de la obra en en teatro de Bellas Artes de San Juan,
Puerto Rico. La foto muestra la belleza de la escenografía de
creada por el productor de la obra Julio Biaggi.
Provi Seín (Gerrudis) e Iris Martinez (Filo) en otra escena de
la obra.
Provi Seín (Gertrudis) y Jerry Segarra (El
periodista) durante la escena que da comienzo a la obra.