DEDICATORIA
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Orlando Sánchez Vega tuvo a su cargo
la lectura de la Dedicatoria. / Zaida Varas Muñoz, sorprendida y con
una hermosa sonrisa escucha a su alumno leer la sembranza.

A nuestra homenajeada, por
sus cachetes colorados le decían caperuza, tanto así que el
escritor Víctor M. Cerezo, le escribió un poema que comienza
así:
Carmen Zaida, ¿has visto una roja
amapola?
Te voy a contar, princesita,
de aquella Caperucita,
una extraña y rara historia...
"Carmen Zaida Varas Muñoz, nuestra querida Zaida,
nació un 24 de marzo en Arecibo, Puerto Rico. Fue criada en
Santurce en el Callejón de la Cataluña, donde a la corta
edad de 7 años ya coordinaba coronaciones y funciones de
teatro con Pablo Elvira y sus amiguitos."
Comenzó a tomar clases a los 4 años y cuentan que le
encantaba vestirse de Carmen Miranda. Tomó clases con
diferentes maestros, entre otros, con Manolo Agulló y Ester
Ayala. A los 15 años, se trasladó a Nueva York para estudiar
ballet con Madame Brooks. No había baile o coro en la
escuela en la que no participara. En la clase de inglés ganó
el Shakespeare Award en la Wadleigh High School for Girls de
Nueva York. En la Universidad de Columbia, Nueva York, tomó
por un año cursos de bailes folklóricos avanzados. Al
regresar a la Isla se graduó de la Central High, donde le
dieron la oportunidad, por un año, de dar clases de baile a
sus compañeros. Cuentan que en la intermedia se colaba
en las clases de ballet que Madame Herta Brawer daba en la
Universidad de Puerto Rico. Entre los estudiantes de ésta se
encontraban Walter Mercado y Velda González.
Poco después, Zaida, se convierte en asistente de Miriam
Muñoz, y es en su estudio donde comienza su labor como
maestra de baile: su academia. A los 20 años, fue
invitada en varias ocasiones por Felisa Rincón de Gautier
para que engalanara con bailes los agasajos que ella hacía
en la alcaldía para oficiales de los barcos militares que
visitaban la Isla.
Aunque con mucho trabajo, como hasta ahora, siempre se
mantuvo al tanto de todo lo que pasaba en el ambiente de la
baile. Durante los veranos viajaba a Nueva York para tomar
cursos. Se ocupó de traer a los mejores maestros de baile
extranjeros para dar seminarios en Puerto Rico. Como miembro
de la Asociación de Maestros de Baile de Puerto Rico, y
junto a Irene McLean, consiguió fondos para el mejoramiento
profesional de los maestros de baile. Así se traslada
a España para estudiar de forma intensiva con la francesa
Erika La Quica y los maestros de flamenco Mercedes y Albano.
Su
trabajo ha sido apreciado siempre por todos los medios,
desde la televisión al teatro. Las intervenciones del Ballet
de Zaida Varas en programas de televisión han sido notables.
Sus alumnas han participado, entre otros, en los
programas de Walter Mercado, Pacheco, Luis Vigoreaux, Tío
Noel, Sandra Zaiter; igualmente, en casi todas las
zarzuelas y las operetas que se han presentado en el país.
En
el 1979, fue invitada, junto con otros coreógrafos, para
coordinar los actos artísticos de los Juegos Panamericanos y
su ceremonia de apertura y clausura. De ahí surge el Ballet
Isleño del Departamento de Instrucción Publica, en el que
participó como coreógrafa invitada. Para la
celebración del V Centenario del Descubrimiento de Puerto
Rico, fue seleccionada por la Oficina de Asuntos de la
Juventud para dirigir, junto a otros dos compañeros, el
Ballet Juvenil Puertorriqueño. Grupo que después de las
festividades, se mantuvo unido y Zaida fue su directora
artística y coreógrafa residente por 8 años. Con este grupo
viajó con éxito a Italia, Nueva York y Tampa.
En
el 1984, el profesor Antonio García del Toro dirigió La corte de Faraón,
zarzuela en la que Zaida era la coreógrafa. Así nació entre
ellos una amistad de admiración y respeto por el trabajo
profesional. Años más tarde, en 1997, Zaida vino a
este escenario para hacer un favor y montar una pequeña
coreografía para el espectáculo América. Desde entonces ha sido cautiva
voluntaria y fiel creyente de este proyecto. Sus
intervenciones han sido tan variadas como su imaginación,
nos ha hecho bailar desde bomba y plena en el Al son del ay, bendito
y ¡Salsa!, hasta
el fino minué que impacto al público al subir el telón de Voilà Monsieur Molière.
En Entremeses y molinos
dio un toque español al escenario son sus bailes y en 5 veces Lorca, dio paso
a su talento y destrezas con la coreografía del poema de
Lorca, “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.” En Casas y más casas…con un
revolú bien hecho, nos convirtió en un coro de
monjas a lo Sister Act y en Isladuende sacó el niño
que tenemos dentro, montando coreografías que emulaban
juegos infantiles. Sin embargo su labor coreográfica va más
allá de bailes, el coro majestuoso de Antígona fue
meticulosamente coreografiado por ella, así como el coro de
la La Primera Dama,
producción que estrenaremos el próximo 23 de abril.
Dicen que al que Zaida no haga bailar es porque en realidad
tiene dos pies izquierdos y de eso estoy seguro. Pero no
sólo por eso ha sido y sigue siendo un miembro esencial de
la “academia” como en forma de broma se autodenominan
los directores del grupo, sino por su compromiso,
solidaridad, gran talento y dedicación, todo ello
puesto al servicio de este Taller de Teatro de la
Inter-Metro que con tanto afán y orgullo defiende. ¡Gracias,
Zaida! Recibamos con un fuerte aplauso a nuestra
homenajeada, querida profesora y amiga."
El público y su familia de pie ovaciona a la
homenajeada. / El Dr. Antonio García del Toro, Zaida Varas
Muñoz,
quien recibe la placa conmemorativa, y la Prof. Marilina
Wayland.
XX ANIVERSARIO