Lección : La dialéctica de la soledad

 

BOSQUEJO DE LA DIALÉCTICA DE LA SOLEDAD

 

I.    La soledad es sentirse solos y estar solos; nuestra sensación de vivir se expresa como separación y ruptura, es decir, como soledad. 

A.     Sentirse solos es tener conciencia de sí y en un deseo de salir de sí.  Esto es, saberse solos significa reconocer que no queremos estar solos.

B.     El lenguaje popular expresa esta dualidad de la soledad con las penas de amor.  Sentirse solos es desear a la persona amada.

C.    Nacer y morir son experiencias de soledad.

D.    El amor expresa nuestro deseo de comunión, de cancelación de la soledad (de fusión de vida y muerte)

E.     El amor es una experiencia casi inaccesible.

1.      El amor es libre elección, pero en nuestra sociedad la elección amorosa es imposible.

2.      La mujer no puede elegir porque vive presa de la imagen que la sociedad masculina le impone.

3.      El hombre no puede elegir porque desde niño relaciona el amor con lo prohibido.

4.      La sociedad confunde el amor con el matrimonio, como una unión para crear hijos.

a)     La protección al matrimonio implica Ia persecución del amor y Ia tolerancia de Ia prostitución, cuando no su cultivo oficial.

b)     En una sociedad en que todos pudieran elegir, el divorcio sería un anacronismo o una singularidad, como Ia pros­titucion, Ia promiscuidad o el adulterio.

5.      La sociedad es un organis­mo que padece Ia extraña necesidad de justificar sus fines y apetitos.

6.      El dualismo de la sociedad es la afirmación y validación de qué es lo bueno y qué es lo malo, lo permitido y lo prohibido.

F.     El amor nos obliga a ahondar en nosotros mismos, pero existen otros períodos de rupturas y reuniones, separaciones y reconciliaciones.

1.      El niño por virtud del lenguaje crea un mundo a su imagen y resuelve su soledad.

2.      La adolescencia es otro período de soledad que se cancela a través de los grandes amores, del heroísmo y del sacrificio.

3.      La madurez no es época de soledad porque el hombre se olvida de sí en el trabajo, en la creación o en la construcción de objetos, ideas e instituciones.

G.    El doble significado de Ia soledad —ruptura con un mundo y tentativa por crear otro— se manifiesta en nuestra con­cepción de héroes, santos y redentores.

H.     La idea de la soledad es el movimiento continuo entre pérdida y retorno.

I.         Para el hombre primitivo, la soledad constituye un estado peligroso.

1.      Para el hombre primitivo salud y sociedad, dispersión y muerte son términos equivalentes.

2.      En las sociedades primitivas, la dispersión y pérdida del grupo puede ser causada por fenómenos de la naturaleza, guerras, conflictos religiosos, transformaciones de los sistemas de producción.

J.      La conciencia del pecado es el reconocimiento del desamparo y abandono del grupo.

1.      La conciencia del pecado engendra la idea del redentor.

2.      La idea de redención propicia los ritos de iniciación y de purificación.

3.      El culto rehace los vínculos sociales y sagrados.

4.      La conciencia de Ia culpa, de Ia soledad y Ia expiación, juegan un rol muy importante en la constitución de los ritos religiosos.

K.     El sentimiento de soledad, nostalgia de un cuerpo del que fuimos arrancados, es nostalgia de espacio.

1.      Casi todos los ri­tos de fundación, de ciudades o de mansiones, aluden a la bús­queda de ese centro sagrado del que fuimos expulsados.

2.      El mito del Laberinto se inserta en este grupo de creen­cias.

3.      No sólo hemos sido expulsados del centro del mundo y estamos condenados a buscarlo por selvas y desiertos o por los vericuetos y subterráneos del Laberinto.

L.      El tiempo mítico no es una sucesión homogénea de cantidades iguales, sino que se halla impregnado de todas las particularidades de nuestra vida: es largo como una eterni­dad o breve como un soplo, nefasto o propicio, fecundo o es­téril.

1.      El tiempo mítico se expresa en la oposición de Historia y Mito o Historia y Poesía.

2.      En la representación teatral como en la recitación poética, el tiempo ordinario deja de fluir, cede eI sitio al tiempo original.

M.    El hombre contemporáneo ha racionalizado los Mitos, pero no ha podido destruirlos.

N.     Toda sociedad moribunda o en trance de esterilidad tien­de a salvarse creando un mito de redención, que es también un mito de fertilidad, de creación.

O.    El hombre moderno tiene Ia pretensión de pensar des­pierto.

 

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