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Taller de Teatro: una experiencia de vida para muchos Dinámica del Taller: ¿cómo pertenecer al grupo?
Dimensión personal 
Dimensión social
Trigésimo Aniversario (1989-2019)  Vigesimoquinto Aniversario (1989-2014)
Vigésimo Aniversario (1989-2009) Décimoquinto Aniversario (1989-2004)
Décimo Aniversario (1989-1999) Producciones
Una cronología teatral


Taller de Teatro: una experiencia de vida para muchos

Existen en Puerto Rico dos centros docentes de alta enseñanza que preparan actores: uno con muchos años de experiencia, que ha sido escuela para la gran mayoría de los profesionales nacionales; y otro de más reciente implantación. Además, como en otros muchos países, existen academias privadas, dirigidas en su mayoría por actores profesionales, que se dedican a capacitar actores para el teatro o para  la televisión. El fin fundamental de todos estos centros mencionados es preparar actores; dándoles las herramientas básicas para que puedan desarrollarse en el medio. Sin embargo, se sabe por experiencia que la preparación formal y académica de actores no es el único camino para el desarrollo del talento histriónico de los jóvenes.
Ante la situación antes expresada, se han creado en diversos centros de alta enseñanza talleres de teatro que han buscado inicialmente el desarrollo de actores. No obstante, como sucedió en el Taller de Teatro de la Inter-Metro, con el pasar de los años y con las diferentes experiencias adquiridas, la búsqueda amplió sus metas y fueron mayores sus logros, no solo en el ámbito teatral.
Desde hace más de seis lustros se organizó el Taller de Teatro de la Inter-Metro de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano. El Taller comenzó como un grupo estudiantil adscrito al Decanato de Estudiantes, ya que en un principio se pretendió que fuera solo una organización estudiantil. Sin embargo, entre las expectativas de los jóvenes no estaba la de crear una directiva y muchos menos organizarse como grupo. La mayoría quería aprender teatro, unos habían participado en actividades relacionadas en sus escuelas superiores; otros, simplemente llegaban llenos de curiosidad. Por estas razones, más tarde el Taller pasó al Decanato de Estudios y se le comenzó a dar una visión académica. Con esta en mente, al comenzar el segundo año se creó un curso experimental y se les ofreció a los estudiantes un crédito universitario gratuito por su participación. Hace varios años, se creó una serie de cursos para evitar que los estudiantes que continúan en el grupo durante todos sus años de estudio se matriculen en el mismo curso. Actualmente reciben dos créditos por trimestre y ocho de los mismos pueden sustituir los electivos que necesitan para graduarse. Desde agosto de 2013, comenzó la Concentración Menor en Artes Escénicas, que le permitirá a los estudiantes del grupo completarla tomando, además de los cursos correspondientes al Taller, dos cursos adicionales (18 créditos en total). Desde agosto de 2012 se comenzaron a ofrecer los cursos, uno o dos por año académico: "Actuación", "Apreciación del Teatro", "Puesta en escena y dirección escénica", "Teatro puertorriqueño", "Teatro de títeres" y "Técnica teatral del montaje escénico." 
Desde sus comienzos en 1989, participaron del Taller muchos estudiantes. De ellos, unos se graduaron, otros tomaron distintos rumbos y algunos se mantuvieron activos mientras estudiaban sus maestrías. Muchas fueron las vivencias significativas, muchos los logros. Las experiencias obtenidas como grupo llevaron a algunos a participar en otras actividades artísticas. Hace años la Comisión Puertorriqueña de la Juventud distinguió a uno de nuestros jóvenes, Juan Francisco Hiraldo, como Actor del Año. Durante estos años varios profesionales del teatro colaboraron con su talento al éxito de las producciones. Entre ellos, los escenógrafos Julio Biaggi y Félix Vega, los diseñadores de luces Toni Fernández, Antonio Frontera, Eduardo Bobrén y Hulbia Sánchez; las maquilladoras Carmen Correa y Boli Muñiz, la profesora Dehorah Hunt, que ofreció diversos talleres de máscaras, los diseñadores de vestuario Gloria Sáez y Thomas Seitz; y la coreógrafa Zaida Varas. Desde su formación el grupo fue dirigido por el  dramaturgo puertorriqueño Antonio García del Toro.





Dinámica del Taller

Para entrar al Taller los jóvenes pasaban una audición, que buscaba descubrir el grado de interés, la disciplina y el talento, que aunque se auscultaba en ese momento no era el criterio más importante. Se les ofrecía un texto dramático, en su mayoría cortos monólogos o breves diálogos si desean compartir la audición con otro compañero. También se les brindaba la oportunidad de presentarse con un texto conocido o seleccionado por ellos. El día de la audición actuaban ante el grupo y se grababa el momento. Al finalizar, eran evaluados por todos. Ese era el primer paso del aprendizaje. En la Hoja de Solicitud que previamente llenaba estaban los aspectos a ser evaluados:  memoria, dicción, proyección, caracterización, gestos y uso del espacio escénico. Se hacía una evaluación oral y se procedía a tomar notas. Los que audicionaban sabían, sin embargo, que la evaluación de esos aspectos no determinaba su ingreso al grupo. Eran su disciplina, puntualidad e interés los criterios más importantes.

El Taller ofrecía a los participantes las nociones técnicas mínimas de la actuación y la oportunidad de enfrentarse al proceso total de una puesta en escena. Ese período de aprendizaje servía también para depurar y separar los auténticamente interesados de aquellos que solo llegaban por curiosidad o interés momentáneo. No todos los que integraban el Taller lo hacían motivados por las mismas razones, y la mayoría de estas muchas veces no tenían nada que ver con la verdadera vocación teatral. Por ejemplo, algunos solo buscaban perder la timidez; otros, adquirir seguridad y liderazgo.

El grupo trabajaba y aprendía sobre la marcha. La improvisación y los constantes ejercicios de memoria, así como las terapias de grupo —en las que los jóvenes comenzaban el proceso de identificación con los otros participantes— daban inicio a los  talleres. Se leían los textos, se comentaban, se ensayaban. Todos tenían la oportunidad de interpretar aquellos personajes que más les agradaban y con la ayuda del mismo grupo poco a poco quedaba determinado quién interpretaría qué papel según el talento, la disposición y las necesidades del mismo montaje.

En el Taller, los jóvenes compartían la experiencia teatral completa, conocían todos los elementos que forman una actividad teatral profesional. Durante ese proceso de aprendizaje, el primer paso era hacerles comprender la diferencia que existe entre sus experiencias en la escuela y las que compartirían a partir del momento en que entraban al Taller.

El aprendizaje no se detenía nunca. Cada obra, cada personaje, cada situación planteada en los textos ofrecía diversos elementos que debían ser aprendidos, corregidos, etc. La mayoría de las reuniones eran en el espacio real donde actuarían, el escenario, de esta forma conocían la dinámica de un verdadero teatro y el lenguaje correcto para llamar a cada cosa por su nombre. Paralelamente a este proceso de creación, aprendían todos los demás relacionados con el montaje: desde la importancia de la publicidad hasta la construcción de un elemento de utilería. Aunque no construían las escenografías, sí la pintaban y eran los responsables de su montaje. Asimismo, aunque no cosían el vestuario, eran los responsables de su organización y mantenimiento.

Junto a los diseñadores profesionales que se contrataban —de luces, de vestuario y de escenografía— los estudiantes aprendían sobre áreas específicas de la puesta en escena. En esos momentos, muchos mostraban algún interés especial en determinada área; en futuras producciones eran asignados a ellas.

Con el propósito principal de ampliar el radio de experiencias de los jóvenes del Taller, hace años se creó un nuevo grupo en otro recinto de la Institución. En esa ocasión, quince estudiantes de la ciudad de Ponce, integraron el grupo. Una vez por semana se reunía en su Recinto con el profesor y durante el año académico viajó en varias veces para conocer y compartir con el grupo de San Juan. La experiencia fue nueva y diversa. Para muchos era la primera vez que compartían con estudiantes de otros recintos, inclusive para muchos era la primera vez que visitan la capital. Indudablemente la experiencia fue innovadora y a la vez audaz; ya que los jóvenes compartieron al finalizar el año académico un mismo escenario, un mismo montaje teatral. En América (encuentro hispano-dramático de textos y canciones, 1997), los jóvenes de Ponce interpretaron un texto ecuatoriano. También por la naturaleza de otros de los textos, intervinieron en las obras que escenificaba el grupo capitalino. Además participaron activamente en los números musicales. Un año después de crear el grupo de Ponce, se formó otro en el Recinto de Bayamón. Ese año, los tres grupos —más de cincuenta jóvenes— participaron 5 veces Lorca, homenaje al poeta en el centenario de su nacimiento, que incluyó escenas de cuatro dramas del escritor (Los títeres de cachiporra, La zapatera prodigiosa, Yerma y Mariana Pineda) y la escenificación de su poema "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías."

Durante dos años, se viajó a Ponce y por cuatro se mantuvo el grupo de Bayamón, ambos como parte del Taller de Teatro de la Inter-Metro. La actividad provocó reacciones interesantes.

 ...la experiencia ha sido muy interesante, representa un reto. Es muy importante saber que puedo contar con ellos por sus experiencias en el taller, me refiero a las dudas que pueda tener. Sobre todo poder compartir con ellos, tenerlos como compañeros, es una experiencia inolvidable.
 

    
 


Dimensión social
Cada recinto de la Universidad Interamericana de Puerto Rico tiene una misión especial, la del Recinto Metropolitano es lograr un amplio desarrollo cultural que beneficie tanto la academia como la comunidad. Por lo tanto, era importante para el Taller el impacto que su trabajo tuviera en la comunidad. Por esa razón, además de la venta de boletos que se hacía para sacar fondos para los viajes, una cantidad importante de los mismos era distribuida entre gente de escasos recursos y jóvenes internos en centros de rehabilitación. También se promocionaban los espectáculos en las escuelas superiores e intermedias del país, así como también en las universidades. Esto además de dar a conocer el trabajo del grupo sirvió de promoción a la Institución.

 

 


Dimensión personal

El Taller produjo cambios significativos en la personalidad de los jóvenes. Las vivencias compartidas, las terapias de grupo, el proceso de creación, los talleres de escenografía, de vestuario y los viajes, dieron a los integrantes una experiencia de vida que no olvidarán. Además de su aprendizaje de las artes escénicas, de compartir con profesionales del teatro, de tener la oportunidad de viajar y conocer juntos otros lugares y otras gentes que hacen teatro, la vida de los jóvenes que participaron de los talleres cambió.

El Taller operó cambios tanto en el núcleo estudiantil como en el familiar. Cambiaron sus relaciones con sus amigos y hasta su vida social. Algunos se sentían más motivados para estudiar y, por lo tanto, mejoraban sus calificaciones. Socialmente, lograban perder la timidez y, sobre todo, el miedo a manifestarse en grupo. Lograban comunicarse mucho mejor con sus semejantes; ya que crecían en el ámbito de las relaciones interpersonales. Adquirían también un mayor nivel de tolerancia hacia los demás. Nacieron nuevas amistades, primeramente entre ellos; ya que comparten unos mismos gustos.

Una joven de veinte años  y solo tres meses en el grupo dijo en una ocasión "por primera vez me integro en algo sano.” Además agregó que antes de entrar al Taller  hablaba poco y pocas cosas le interesaban. También el Taller favorecía el desarrollo de la autoestima y, sobre todo, fortalecía la seguridad en ellos mismos. “Se crece mucho al poder desarrollarse como individuo”, apunta una joven después de cuarto años en el grupo. Otro expuso que el Taller lo hizo “más responsable en todos los aspectos de la vida.”

Después de un año y medio en el grupo, una joven de veinte años comentó:

Mi experiencia de vida ha sido muy buena en todos los aspectos.  En mis estudios aprendí  que tengo que poner más de mi parte y que he aprendido que debo esforzarme. En mi familia todos están orgullosos de mí y me apoyan.  En todo lo que me proponga mis amigos también me apoyan.  En mi vida social, pienso que he aprendido mucho. Lo importante que es el Taller lo he aprendido también.
De los jóvenes que formaron el primer grupo solo uno estuvo por muchos años y se convirtió, con el pasar del tiempo, en director técnico del grupo. A sus veintiocho años señaló:
La experiencia ha sido extraordinariamente significativa.  Los cambios que he experimentado a lo largo de mi estadía son muy notables.  Antes de entrar al Taller era muy tímido, antisocial y no creía en nadie.  Con el transcurso del tiempo perdí todo estos obstáculos que me impedían mi desarrollo personal y profesional.  Además he aprendido como interpretar mejor el arte dramático y otras artes como: la ópera, la pintura, etc.
Un joven que por razones de salud tuvo que abandonar el grupo y que luego pudo regresar explicó que:
...todo el tiempo fuera del Taller lo doy por perdido porque ahora que estoy de nuevo adentro siento que he vuelto a vivir, pues el teatro me llena de tal forma que he cambiado mis actitudes malas por mejores, y me ha ayudado en mis relaciones con mi familia.
También las artes escénicas contribuyeron al desarrollo de la personalidad de los jóvenes del Taller. “Me siento más capacitado, tengo más confianza en mí y estoy perdiendo el miedo”, comenta un joven de veintidós años en su primer año en el Taller.
Las artes escénicas los ayudan a expresarse de forma adecuada y también a escuchar mejor a sus semejantes. En el Taller aprenden lo que es el esfuerzo y la responsabilidad.
Un joven de diecinueve años, cuyo primer idioma es el inglés, comentó durante su primer año en el grupo:
Las artes escénicas han sido un impacto grande en mi vida. He realizado un esfuerzo extraordinario. La cooperación entre los otros actores fue estupenda. Me ha ayudado mucho a conocerme a mí mismo, porque no esperaba encontrarme de esta forma. Lo más que me gustó del Taller fue el logro que realizamos juntos. Valía la pena el sufrimiento y la lucha al preparar la obra. El profesor fue otra influencia que me ayudó con mi desarrollo al hablar, al proyectar y pronunciar correctamente. La disciplina del profesor me empujó a que luchara por lo que quería.
El Taller cambió también sus actitudes ante la vida. De los comentarios que más nos impactó es el que hace una joven de dieciocho años de primer año que interpretó una muchacha pobre: “Soy una persona orgullosa y al hacer el personaje de Perenceja, me he dado cuenta de que hay personas en la vida que tienen que luchar por sobrevivir y salir hacia adelante.”

Para la gran mayoría la experiencia del Taller ha sido sumamente positiva. La disciplina que adquirieron es de mucho valor en el carácter personal. El Taller va más allá de las tablas, enseñó valores que no se aprenden en los salones de clase. Las vivencias de los jóvenes que integraron el Taller los preparó para la vida, no solo para que puedan desarrollarse histriónicamente en un escenario. Las interrelaciones con el profesor y los demás integrantes los hicieron seres más sensibles que han logrado desarrollar un pensamiento crítico más efectivo. Descubrieron ser mejores personas, capaces de originalidad, audaces y sobre todo preparados para atreverse a desafiar lo desconocido sin miedos ni temores.

La transformación que operó el Taller en estos jóvenes fue real; en unos más notoria que en otros, pero igualmente significativa. El interés por participar en una actividad como esta les llenó, los hizo cambiar. El Taller los preparó para la vida.

 



Producciones

Académicamente el grupo evolucionó, teatralmente también. En estos años se presentaron muchas obras en las que los jóvenes tuvieron una gran variedad de experiencias. Los trabajos comenzaron el mismo semestre en que se formó el Taller  con Fantasía Navideña (1989), pieza alegórica de genuino espíritu navideño en la que el grupo compartió el escenario con el coro y  la tuna de nuestro Recinto.
A partir de esa primera puesta en escena  comenzó la búsqueda de textos apropiados. Debido a lo numeroso del grupo y a la poca experiencia de la mayoría no fue fácil la tarea. Se determinó, entonces,  usar textos que dieran la oportunidad de participación y crecimiento a todos, no a un número reducido de ellos. Un aniversario de larga duración o El “long-playing” de nuestra historia (1990) fue ese primer texto. La obra permitió a los  jóvenes demostrar su talento al multiplicarse y caracterizar los tan diversos personajes de la pieza. A este primer éxito siguió la producción de Ubú rey (1991), farsa francesa con pretensiones de parodia en la forma y en el contenido, que dio la oportunidad a los estudiantes de manifestar una vez más sus inquietudes artísticas.
Después de la escenificación de estas obras de autores conocidos, que llenaron en parte las necesidades del grupo, entre todos se comenzó a estructurar las futuras presentaciones. A comienzos del semestre, por años, se decidía el tipo de espectáculo que se desea realizar; luego, se buscan los textos que pueden ser incluidos en el  mismo. Se leían y comentan, hasta que finalmente se hacía una selección y se decidía un orden. Con este tipo de montaje nace en los jóvenes la necesidad de manifestar también su talento musical. A partir de ese momento, se añadieron canciones y bailes  que —en fin principio— fueron dirigidos o coreografiados por ellos mismos. De esta forma nace: ¡Unjú, anjá... d'allá p'acá! (collage vertiginoso de teatro breve puertorriqueño) (1992); Aquí, Cervantes (1995);  ¡Burundanga! (embeleco dramático con sabor boricua) (1996), que dio a conocer  varias obras breves del teatro puertorriqueño al ritmo de nuestra música; Casas y más casas... con un revolú bien hecho (2002), que reunió en una misma puesta en escena los más divertidos e importantes textos de Myrna Casas. 
Aunque esta fórmula fue exitosa no siempre era la idónea para el crecimiento actoral de los jóvenes. Por eso, los años en que gran cantidad estudiantes de otros semestres permanecía en el grupo, se hicieron obras de mayor envergadura actoral. Así fue en 1992 cuando se rindió homenaje póstumo a la primera actriz nacional Josie Pérez con la obra  El cisne de cristal. Dos años más tarde, con El brindis de las cacatúas,  se dio un nuevo reto; y con esta burbujeante fantasía en que se mezclan la ironía y la farsa los jóvenes actores demostraron nuevamente su capacidad histriónica. En el 2000, el Taller escenificó con éxito la tragedia griega Antígona.
Además de sus producciones anuales, el Taller participó activamente en otras actividades organizadas en la Institución. Como parte de conferencias sobre la enseñanza de la redacción, el Taller presentó Así  comenzó la historia (1990) y  La historia continúa (1992), minidramas que ilustran la forma tradicional y la forma innovadora de enseñar redacción. Además hace años estrenó durante las actividades de la Semana del Planeta Tierra la obra ¡Esos árboles!

Cinco giras interuniversitarias dieron a conocer el trabajo del grupo en el ámbito nacional. Durante la primera (1990), treinta y cinco jóvenes viajaron durante un mes en misión cultural con la producción de ese año. La segunda (1992-93) se organizó como parte de las celebraciones de los 500 años del descubrimiento de Puerto Rico y nuevamente el Taller se presentó en varias universidades públicas y privadas del país. Igualmente sucedió con la tercera (2009,  No son gigantes), con la cuarta (2010, Adán Adán, Eva Eva.) y con la quinta (2016, Apaga y vámonos.)

Por tres años consecutivos las producciones se presentaron en el Teatro La Perla de la ciudad sureña de Ponce, allí los jóvenes tuvieron la oportunidad de actuar en uno de los principales teatros profesionales del país. Por su parte, el estreno de Juegos en el espejo (1997), ofreció la oportunidad al grupo de presentarse en el XX Festival de Teatro de Vanguardia del Ateneo Puertorriqueño, importante evento que reúne un gran número de teatristas. La proyección del grupo, sin embargo, no se ha limitado al ámbito nacional. En 1995 viajó con ¡Burundanga! a la República Dominicana. Allí actuó en las ciudades de Jarabacoa y Bonao.  Entremeses y molinos (1998), una nueva producción de textos cervantinos, marcó un nuevo reto para el Taller; ya que con ella se presentó en el XXIII Festival de Teatro Internacional del Siglo de Oro en El Paso, Texas. Con ¡Salsa! (dramático CD de fin de siglo, 1999), y como parte de la III Gira Internacional el Taller  se presentó en Italia. En el 2001, con la obra Al son del ay, bendito, la IV Gira Internacional llevó al grupo a presentarse en las ciudades de Monterrey, México y Nueva York. En el 2004, se realizó la V Gira Internacional con la obra Apaga y vámonos, que se presentó en la ciudad de Heredia, Costa Rica; y en el 2006, la VI con Casas y más casas... con un revolú bien hecho, en Puebla, México, como parte del homenaje que esa ciudad rindió a la escritora Myrna Casas. Con las más recientes giras internacionales los estudiantes han tenido la oportunidad de conocer nuevos países de Europa y América Latina: Argentina (2009, No son gigantes); Euskadi, España, (2011, Isla); Colombia (2012, Adán Adán, Eva Eva);  Brasil (2013, Trepando paredes); Ecuador (2014, Adán Adán, Eva Eva); Colombia y Panamá (2016, Apaga y vámonos); Guatemala (2019, Adán Adán, Eva Eva).

Desde el 2008, se comenzó la celebración de los primeros veinte años del
Taller. Bajo el título "...y 20 años son muchos", se publicó un libro que recoge todos los textos representados hasta el vigésimo aniversario, y se llevó a cabo la exhibición de toda la memorabilia de las producciones realizadas (abril, 1009). Se presentaron tres obras en el Teatro del Recinto Metro:
Aunque caigan las pancartas (abril, 2008),
No son gigantes (octubre, 2008) y La Primera Dama (abril, 2009). También se realizaron la III Gira Interuniversitaria (febrero-marzo) y la VII Gira Internacional (mayo, 2009). Además el grupo fue invitado a presentarse en el Centro de Bellas Artes de Santurce, Puerto Rico. Lo hizo con No son gigantes  (mayo, 2009).

Al comenzar el 2009, se inició el montaje de las dos producciones de ese año académico. La primera se estrenó en el Centro de Bellas Artes de Santurce como parte de la I Temporada de Teatro Universitario: La cantante calva  (marzo, 2010); la segunda se presentó en abril en el Teatro del Recinto Metro: Adán Adán, Eva Eva (2010).  Con la llegada de un  nuevo año académico nuevos retos surgen. Se hace una versión reducida de Adán Adán, Eva Eva, con la que se hace la IV Gira Interuniversitaria y la II Temporada de Teatro Universitario (febrero, 2011).  Isla (conga, saxo, castañuelas), producción que se estrenó en abril de 2011, aparte de representarse en el Teatro del Recinto Metro, llevó al grupo a Euskadi como parte de la VIII GIra Internacional. El 2012 fue un año de éxitos. En febrero de escenificó El pequeño príncipe, diez funciones totalmente llenas; en abril, se llevó a cabo la IX Gira Internacional con Adán Adán, Eva Eva, que se presentó en el Recinto Metro y en el Auditorio Yquinde de la Universidad Autónoma de Occidente, Cali, Colombia. Posteriormente, como parte de la XI Gira Internacional la obra se presentó en tres ciudades de Ecuador (2014): Loja, Guyaquil y Quito.

Los años 2013 y 2014 fueron significativos para el Taller. Sus producciones Terrazo, que será recordaba por las distintas generaciones que la vieron como un gran tributo a la obra del escritor puertorriqueño Abelardo Díaz Alfaro, y El niño de madera, tuvieron más de seis mil espectadores cada una. Igualmente exitosa fue la producción de Apaga y vámonos (2016). Una nueva gira internacional (XII) y una interuniversitaria (V) hizo que esta puesta en escena se convirtiera en la producción que más funciones ha hecho de forma consecutiva, 25. Además de presentarse en diez recintos universitarios de país, viajó a Colombia (Bogotá, Medellín) y a Panamá (Ciudad Panamá y Colón).  En 2017, Donde reinan las arpías, añadió un nuevo éxito a la lista del Taller. El realismo, lujo y excelencia del montaje fueron aplaudidos por todos: estudiantes y público general.    

Como parte de las actividades del trigésimo aniversario, se escenificaron cuatro nuevas producciones: El juntacosas (2018), ¡Alto! (2018), Juan Bobo el que cuenta cuentos (2019). Asimismo se organizó la XIII Gira Internacional, que con Adán Adán, Eva Eva, en su quinta temporada, se viajó a Guatemala (2019). También se publicaron dos libros: Y son treinta, que recoge todos los textos escenificados en los últimos diez años, y Mascaradas, que incluye las vivencias de tres décadas de un grupo teatral.

Cada año nuevas producciones y, sobre todo, nuevos retos. Así es la vida, así es el teatro.   

 



Una cronología teatral

 

  2019*
  Juan Bobo el que cuenta cuentos   Teatro del Recinto Metro.
  2018*
  El juntacosas   Teatro del Recinto Metro.
  2018*
 ¡Alto!    Paxair de Puerto Rico, Gurabo.
  2017
  Donde reinan las arpías   Teatro del Recinto Metro.
  2015*   Trapos, baúles y más trapos   Teatro del Recinto Metro.
  2014*
  25 voces   Teatro del Recinto Metro.
  2014*
  El niño de madera   Teatro del Recinto Metro.
  2013*
  Trepando paredes   Teatro del Recinto Metro; X Gira Internacional, Teatro Celina Queiroz, Fortaleza, Brasil.
  2013*
  Terrazo   Teatro del Recinto Metro.
  2012*
  El pequeño príncipe   Teatro del Recinto Metro.
  2011*
  Isla (conga, saxo y castañuelas)   Teatro del Recinto Metro: VIII Gira Internacional, Euskadi.
  2010-2019***
  Adán Adán, Eva Eva   Teatro del Recinto Metro, IV Gira Interuniversitaria:
  Teatro del Recinto de Aguadilla, de Arecibo, de Ponce, UIPR;
  II Temporada de Teatro Universitario, Teatro Carlos Marichal,
  Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré; 2012, Auditorio Yquide,
  Universidad Autónoma de Occidente, Cali, Colombia; 2014.
  XI Gira Internacional, Ecuador: Centro de Convenciones de la UTPL, Loja;
  Casa de la Cultura, Guayaquil; Teatro México, Quito; XIII Gira Internacional, Italia.  
  2010*
  La cantante calva    I Temporada de Teatro Universitarios; Teatro Carlos Marichal,
   Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré.
  2009
  La Primera Dama   Teatro del Recinto Metro.
  2008 / 2009*
  No son gigantes   Teatro del Recinto Metro; Teatro Carlos Marichal, Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré;
  III Gira Interuniversitaria: Teatro del Recinto de Aguadilla, de Bayamón,
  de la Facultad de Derecho de la UIPR; VII Gira Internacional, Teatro Real, Córdoba,   
  Argentina.
  2008*
  Aunque caigan las pancartas   Teatro del Recinto Metro.
  2007*
  Voilà, Monsieur Molière   Teatro del Recinto Metro.
  2006*
   La fierecilla domada   Teatro del Recinto Metro.
  2004 / 2016**
   Apaga y vámonos    Teatro del Recinto Metro; V Gira Internacional, Teatro Atahualpa del Cioppo,
  Universidad Nacional de Costa Rica, Heredia, Costa Rica. /
  Teatro del Recinto Metro; XII Gira Internacional, Bogotá y Medellín (Colombia),
  Ciudad Panamá y Colón (Panamá);  V Gira Interuniversitaria.
  2003* / 2005    Isladuende 
  Teatro del Recinto Metro.
  2002 / 2006   Casas y más casas... con un revolú bien hecho  Teatro del Recinto Metro; VI Gira Internacional: Sala Luis Cabrera
  (Casa de la Cultura), Puebla México.
  2001*
   Al son del ay, bendito   Teatro del Recinto Metro; IV Gira Internacional: Teatro Alfonso Reyes,
  Monterrey México; Teatro del Barrio y tres teatros de escuelas del Bronx, Nueva York,
  en ocasión del Desfile Puertorriqueño.
  2000*
   Antígona   Teatro del Recinto Metro.
  1999*
   ¡Salsa!   Teatro del Recinto Metro; III Gira Internacional: Teatro Manlio, Magliano Sabina,
  Teatro Grande, Latina  y Sant' Oliva, Cori, (Italia).
  1998*
   5 veces Lorca   Teatro del Recinto Metro.
  1998
   Entremeses y molinos   Teatro del Recinto Metro; Teatro del Recinto de Bayamón de la UIPR; II Gira Internacional:
  Chamizal National Memorial, El Paso, Texas y Teatro Benito Juárez, Ciudad Juárez,  
  México.
  1997*
   Juegos en el espejo    Festival de Teatro de Vanguardia, Ateneo Puertorriqueño.
  1997
   América   Teatro del Recinto Metro; Teatro La Perla, Ponce.
  1996*
   ¡Burundanga!   Teatro del Recinto Metro; Teatro La Perla, Ponce; I Gira Internacional,
  Jarabacoa, Bonao (República Dominicana).
  1996
  ¡Esos árboles!   Teatro del Recinto Metro.
  1995
   Aquí, Cervantes    Teatro del Recinto Metro.
  1994*
   El brindis de las cacatúas   Teatro del Recinto Metro.
  1993  / 1992
   ¡Unjú, anjá... d'allá p'acá!     Teatro del Recinto Metro; II Gira Interuniversitaria: UIPR, Recintos de Fajardo,
  Guayama y Ponce; UPR, Recintos de Bayamón y Humacao.
   1992
   La historia continúa   Teatro del Recinto Metro.
   1992
   El cisne de cristal   Teatro del Recinto Metro.
   1991
   Así comenzó la historia   Teatro del Recinto Metro.
   1991
   Ubú rey   Teatro del Recinto Metro.
   1990
   Un aniversario de larga duración o
   El "long-playing" de nuestra historia
  Teatro del Recinto Metro; I Gira Interuniversitaria: UIPR,
  Recintos de Ponce, San Germán y Bayamón; UPR, Recinto de Humacao.
   1989
   Fantasía Navideña   Teatro del Recinto Metro.

* vídeo disponible en la página de la obra



Esta página fue diseñada por Antonio García del Toro
y actualizada el 20 de enero de 2022.


Para más información sobre el Taller de Teatro de  la Inter-Metro pueden comunicarse
con el doctor Antonio García del Toro

  isladuende@hotmail.com
 / agarciadeltoro@intermetro.edu